2023
Tacón, pie, bastón es una obra inédita creada especialmente para las escaleras que ocupan la entrada del Museo CA2M. Las escaleras, esa estructura arquitectónica tan antigua, son imposibles para algunos cuerpos por su falta de accesibilidad y, para otros, son un acceso más entre dos pisos. En ciertos contextos, nos llevan al más allá: a la palabra sagrada de la Iglesia, a la cúspide de una pirámide, a la recogida de un Oscar, a un discurso político. Es en las alturas de las escaleras que están algunas elegidas, que descienden a la tierra vestidas de gala, con tacones altísimos, cuerpos esculpidos por las reglas de Vogue, dotadas de elegancia y de gracia. Sonrientes, saludan con los ojos y apoyan sus manos como plumas en un par de hombres puestos a la perfección para acompañarlas, tal y como nos enseñó Norma Duval.
El 26 de enero de 2023, Badía desciende como una diva. Se deshace de las normas de los espacios de imposibilidad, como son para ella las escaleras y la feminidad papel cuché, y crea otras normas, desde su fantasía y desde su propio deseo. Las miradas ahora tal vez traten de reconocer lo que parece ilegible, conocer lo que parece extraño. Porque cuando el cuerpo es disidente no hay otra norma que la de una misma.
Para bajar, Badía elige a dos hombres guapos y seductores que la apoyen, se confecciona un traje sexy a medida. Baja descalza, porque no puede usar tacones: no importa, porque debajo de esas mismas escaleras construyó un refugio, a su medida, donde se convierte en la Costa vitruviana. Lo llena de zapatos de tacón número 39, su talla, todos elegidos por ella. Hay un asiento, para que probemos los zapatos, los toquemos, disfrutemos y descansemos porque los museos, sí, son un lugar para sentarse.
Mediante ritos y objetos en disputa dentro del territorio de lo femenino, como pueden ser un zapato de tacón y el deseo de ser una diva, Badía reitera su no-lugar y se demora en el trayecto. Su intención nunca fue llegar a ser la normatividad misma, ni tampoco negarla, sino investigar qué hay entre esos dos puntos: vivir la fantasía desde su propia corporalidad, desarmar la fijación por ese destino tan normal y a veces inabarcable que puede ser un cuerpo considerado perfecto, ir más allá de las normas de género. Tacón, pie, bastón invita, desde la puerta de entrada, a descansar y fantasear con zapatos que no nos sirven, probar las prótesis que deseamos y que nos apoyan, reflexionar sobre si nuestros trayectos son accesibles, sobre las experiencias de tránsito, sobre cómo hemos llegado hasta aquí.
agradecimientos
Equipo ca2m, Maite Barrera, Yuji Kawasima,
el bastón, la silla y los audífonos
2022
Performance, en la que, vestida de uniforme de vigilante de museo, y posicionada a la entrada del espacio expositivo, con un walkie-talkie cuento a las personas que entran y salen, a la vez que en otro espacio de la sala está el otro walkie-talkie abandonado, por el que se escucha lo que digo.
REPARTO
Agustín Pérez Rubio-Iglesias,
Ana de Alvear, Clara Martínez Nistal,
Clara Moreno Cela, Costa Badía,
Diana Larrea, Don Jovan, Enrique
Montes Puerto, Laura Navarro Gómez,
Maite Barrera Villarías, Riccardo
Bertotto, Sal Flórez García
2024
Bordar un acto tradicionalmente femenino para reivindicar que las mujeres con discapacidad necesitamos ser reconocidas como tales: como mujeres y con discapacidad. Este es el propósito de esta performance que esconde más sutilezas de lo que un principio parece. Elegir el color y el grosor de la lana, enhebrar, y atravesar la tela son a menudo un trámite para crear un patrón bello. En el caso de La bordadora estos pasos previos tienen razón de ser por sí mismos. Pincharse, elegir mal el color, no acertar a la primera al pasar el hilo por el ojo de la aguja y provocar diferentes sensaciones al público es lo que de verdad importa.
Presentación de la performance La bordadora en el ciclo «Visión y presencia» comisariado por Semíramis González en el Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid) el día 20 de abril de 2022.
Vídeo
Museo Thyssen-Bornemisza
2021
Monstruos, villanos, robots, extraterrestres… Son seres no normativos que siempre me han llamado la atención de la cultura pop con la que he crecido y convivido. Los Hama Beads esas piececitas diminutas que vas uniendo en una plantilla y he querido utilizar para crear estos seres, confundiéndome, poniendo colores parecidos, saltándome piezas porque no las veía, como homenaje al error y a la pieza única que se vende mas cara que la seriada. Las piezas están fotografiadas por delante y por detrás para poder elegir con cuál te quedas: la «errónea» o «la perfecta».
Úrsula I / II (2021)
18,5 × 18 cm. Plástico. Edición única.
WALL· E I / II (2021)
17 × 17 cm. Plástico. Edición única.
Alien – El octavo pasajero I / II (2021)
16 × 15,5 cm. Plástico. Edición única.
2021
Intentar calzarse, volver a intentarlo y así durante toda la experiencia, sin llegar a conseguirlo. Actos que son rápidos y automáticos para la mayoría de las personas, requieren un grado de conciencia corporal y temporal mayor en las personas con discapacidad. Retando de alguna manera la paciencia del público que se debate en levantarse y resolver «el problema» y no hacerlo por estar en un contexto artístico.
Imágenes © Bego Solís
2020
Cuando tengo dolor de cabeza, esta es como una bola con una zona más pesada donde focaliza el dolor. Estas esferas simbolizan mi cráneo y al tomarlas en las manos se puede percibir que pesan en una zona más que en otra.
Dolor de cabeza (2020)
Diámetros: 20 cm, 12 cm, 8 cm, 6,6 cm, 4,6 cm
Técnica mixta
2020
He tomado electrocardiogramas que me han hecho y los he pintado con acrílico simulando el cielo nocturno. Este proyecto surge porque a menudo el ritmo cardíaco se me descompasa por las noches y noto una sensación de navegar en el vacío.
Electro nocturno 1 (2020)
51,5 × 6 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 2 (2020)
28 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 3 (2020)
28 × 11,2 cm. Acuarela sobre papel
Electro nocturno 4 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 5 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 6 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 7 (2020)
74 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 8 (2020)
64 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 9 (2020)
88 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 10 (2020)
29,7 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 11 (2020)
29,7 × 21 cm. Acrílico sobre papel
2020
El audífono, un elemento muy recurrente en mi obra, es esta vez una escultura. Estos, hechos con molde de silicona y positivados en resina epoxi transparente, no son perfectos. Son diez elementos con y sin imperfecciones, que pretenden relatarnos una similitud con la vida, donde la diversidad está presente.
Audifonos tranparentes (2020)
Resina epoxi transparente
Medidas audífono: 4 × 3 cm
Medidas caja: 20 × 12,5 × 7,5 cm
2019
Tengo los pies raros, diferentes a otros y diferentes entre sí. Cuando explico que no son iguales y me aconsejan comprarme un par de zapatillas del numero 39 y otro del 33, siempre tengo que contar que el largo de mis pies es distinto pero el ancho no, a veces no se lo creen y me descalzo y lo enseño.
Quiero mostrar cómo son, porque a veces hacen cosas extrañas, o están muy hinchados o con marcas del calzado que llevo. Me gusta experimentar con mis pies porque no son comunes.
Cicatriz (2016)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
Máquina de escribir II (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
Secador I (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
Secador I (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
En la playa (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
En barra (2019)
Fotografía digital, 30 × 20 cm
Ed. 1/3
Tacón, pie, bastón es una obra inédita creada especialmente para las escaleras que ocupan la entrada del Museo CA2M. Las escaleras, esa estructura arquitectónica tan antigua, son imposibles para algunos cuerpos por su falta de accesibilidad y, para otros, son un acceso más entre dos pisos. En ciertos contextos, nos llevan al más allá: a la palabra sagrada de la Iglesia, a la cúspide de una pirámide, a la recogida de un Oscar, a un discurso político. Es en las alturas de las escaleras que están algunas elegidas, que descienden a la tierra vestidas de gala, con tacones altísimos, cuerpos esculpidos por las reglas de Vogue, dotadas de elegancia y de gracia. Sonrientes, saludan con los ojos y apoyan sus manos como plumas en un par de hombres puestos a la perfección para acompañarlas, tal y como nos enseñó Norma Duval.
El 26 de enero de 2023, Badía desciende como una diva. Se deshace de las normas de los espacios de imposibilidad, como son para ella las escaleras y la feminidad papel cuché, y crea otras normas, desde su fantasía y desde su propio deseo. Las miradas ahora tal vez traten de reconocer lo que parece ilegible, conocer lo que parece extraño. Porque cuando el cuerpo es disidente no hay otra norma que la de una misma.
Para bajar, Badía elige a dos hombres guapos y seductores que la apoyen, se confecciona un traje sexy a medida. Baja descalza, porque no puede usar tacones: no importa, porque debajo de esas mismas escaleras construyó un refugio, a su medida, donde se convierte en la Costa vitruviana. Lo llena de zapatos de tacón número 39, su talla, todos elegidos por ella. Hay un asiento, para que probemos los zapatos, los toquemos, disfrutemos y descansemos porque los museos, sí, son un lugar para sentarse.
Mediante ritos y objetos en disputa dentro del territorio de lo femenino, como pueden ser un zapato de tacón y el deseo de ser una diva, Badía reitera su no-lugar y se demora en el trayecto. Su intención nunca fue llegar a ser la normatividad misma, ni tampoco negarla, sino investigar qué hay entre esos dos puntos: vivir la fantasía desde su propia corporalidad, desarmar la fijación por ese destino tan normal y a veces inabarcable que puede ser un cuerpo considerado perfecto, ir más allá de las normas de género. Tacón, pie, bastón invita, desde la puerta de entrada, a descansar y fantasear con zapatos que no nos sirven, probar las prótesis que deseamos y que nos apoyan, reflexionar sobre si nuestros trayectos son accesibles, sobre las experiencias de tránsito, sobre cómo hemos llegado hasta aquí.
agradecimientos
Equipo ca2m, Maite Barrera, Yuji Kawasima,
el bastón, la silla y los audífonos
Performance, en la que, vestida de uniforme de vigilante de museo, y posicionada a la entrada del espacio expositivo, con un walkie-talkie cuento a las personas que entran y salen, a la vez que en otro espacio de la sala está el otro walkie-talkie abandonado, por el que se escucha lo que digo.
REPARTO
Agustín Pérez Rubio-Iglesias,
Ana de Alvear, Clara Martínez Nistal,
Clara Moreno Cela, Costa Badía,
Diana Larrea, Don Jovan, Enrique
Montes Puerto, Laura Navarro Gómez,
Maite Barrera Villarías, Riccardo
Bertotto, Sal Flórez García
Bordar un acto tradicionalmente femenino para reivindicar que las mujeres con discapacidad necesitamos ser reconocidas como tales: como mujeres y con discapacidad. Este es el propósito de esta performance que esconde más sutilezas de lo que un principio parece. Elegir el color y el grosor de la lana, enhebrar, y atravesar la tela son a menudo un trámite para crear un patrón bello. En el caso de La bordadora estos pasos previos tienen razón de ser por sí mismos. Pincharse, elegir mal el color, no acertar a la primera al pasar el hilo por el ojo de la aguja y provocar diferentes sensaciones al público es lo que de verdad importa.
La bordadora (2022)
2021
Monstruos, villanos, robots, extraterrestres… Son seres no normativos que siempre me han llamado la atención de la cultura pop con la que he crecido y convivido. Los Hama Beads esas piececitas diminutas que vas uniendo en una plantilla y he querido utilizar para crear estos seres, confundiéndome, poniendo colores parecidos, saltándome piezas porque no las veía, como homenaje al error y a la pieza única que se vende mas cara que la seriada. Las piezas están fotografiadas por delante y por detrás para poder elegir con cuál te quedas: la «errónea» o «la perfecta».
Úrsula I / II (2021)
18,5 × 18 cm. Plástico. Edición única.
WALL· E I / II (2021)
17 × 17 cm. Plástico. Edición única.
Alien – El octavo pasajero I / II (2021)
16 × 15,5 cm. Plástico. Edición única.
Intentar calzarse, volver a intentarlo y así durante toda la experiencia, sin llegar a conseguirlo. Actos que son rápidos y automáticos para la mayoría de las personas, requieren un grado de conciencia corporal y temporal mayor en las personas con discapacidad. Retando de alguna manera la paciencia del público que se debate en levantarse y resolver «el problema» y no hacerlo por estar en un contexto artístico.
Imágenes de Bego de Solis
Cuando tengo dolor de cabeza, esta es como una bola con una zona más pesada donde focaliza el dolor. Estas esferas simbolizan mi cráneo y al tomarlas en las manos se puede percibir que pesan en una zona más que en otra.
Dolor de cabeza (2020)
Diámetros: 20 cm, 12 cm, 8 cm, 6,6 cm, 4,6 cm
Técnica mixta
He tomado electrocardiogramas que me han hecho y los he pintado con acrílico simulando el cielo nocturno. Este proyecto surge porque a menudo el ritmo cardíaco se me descompasa por las noches y noto una sensación de navegar en el vacío.
Electro nocturno 1 (2020)
51,5 × 6 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 2 (2020)
28 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 3 (2020)
28 × 11,2 cm. Acuarela sobre papel
Electro nocturno 4 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 5 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 6 (2020)
34,5 × 11,2 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 7 (2020)
74 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 8 (2020)
64 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 9 (2020)
88 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 10 (2020)
29,7 × 21 cm. Acrílico sobre papel
Electro nocturno 11 (2020)
29,7 × 21 cm. Acrílico sobre papel
El audífono, un elemento muy recurrente en mi obra, es esta vez una escultura. Estos, hechos con molde de silicona y positivados en resina epoxi transparente, no son perfectos. Son diez elementos con y sin imperfecciones, que pretenden relatarnos una similitud con la vida, donde la diversidad está presente.
Audifonos tranparentes (2020)
Resina epoxi transparente
Medidas audífono: 4 × 3 cm
Medidas caja: 20 × 12,5 × 7,5 cm
Tengo los pies raros, diferentes a otros y diferentes entre sí. Cuando explico que no son iguales y me aconsejan comprarme un par de zapatillas del numero 39 y otro del 33, siempre tengo que contar que el largo de mis pies es distinto pero el ancho no, a veces no se lo creen y me descalzo y lo enseño.
Quiero mostrar cómo son, porque a veces hacen cosas extrañas, o están muy hinchados o con marcas del calzado que llevo. Me gusta experimentar con mis pies porque no son comunes.
Cicatriz (2016)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
Máquina de escribir II (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
Secador I (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
En la playa (2019)
Fotografía digital, 40 × 30 cm
Ed. 1/3
En barra (2019)
Fotografía digital, 30 × 20 cm
Ed. 1/3